Antecedentes:
Solo China y Estados Unidos compiten realmente en esta carrera. Ningún otro país cuenta con el capital, la escala tecnológica ni el ecosistema empresarial necesarios para participar de manera significativa. Solo unos pocos países del Golfo tienen el capital para participar marginalmente, como Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Qatar, asociándose con grandes empresas tecnológicas para instalar centros de datos en sus países. Conseguir el liderazgo en IA se ha vuelto esencial para definir la rivalidad entre las dos grandes superpotencias. La IA no solo promete revolucionar la economía al multiplicar la productividad del trabajo, sino también transformar la forma de hacer la guerra. Sin embargo, China y Estados Unidos siguen estrategias muy distintas. Washington impulsa a sus empresas a alcanzar la “Superinteligencia Artificial”, definida como la suma de la inteligencia acumulada de toda la humanidad. Pekín, en cambio, busca dominar la llamada “IA de las Cosas”: la inteligencia artificial incorporada en productos cotidianos, como autos y electrodomésticos, y también en los procesos industriales que los producen.
Mitos Comunes:
- Las compañías tecnológicas tienen autonomía de sus gobiernos.
Aunque estas empresas necesitan cierto grado de independencia para innovar, los gobiernos de ambos países saben que la tecnología es clave para la seguridad nacional y los asuntos militares. Por eso, las compañías estarán obligadas a tratar sus modelos más avanzados como tecnología estratégica, solo pudiendo exportar las versiones más sofisticadas con autorización expresa de sus gobiernos. - Hay un solo ganador. Algunos expertos predicen que el país que alcance primero la superinteligencia artificial pondrá fin a la competencia, ya que su modelo podría formular estrategias para neutralizar cualquier otra IA en el mundo. Sin embargo, la historia demuestra que los avances tecnológicos tienden a derramarse al resto del mundo. La competencia, el ingenio y la capacidad de “reverse engineering” hacen que nunca haya un solo líder por mucho tiempo.
Mis Predicciones:
- China liderará en la aplicación de la IA de las cosas, y Estados Unidos en la búsqueda de la superinteligencia artificial. Las empresas chinas no tienen acceso a los mercados de capitales que poseen las compañías estadounidenses para invertir miles de millones de dólares en datacenters y nuevos chips. Sus modelos son abiertos y gratis: pueden ser utilizados por cualquier persona del mundo sin depender de servidores chinos ni compartir información con ellos. Su objetivo es incorporar la IA en productos y servicios para exportarlos globalmente. En cambio, las empresas norteamericanas adoptan un enfoque distinto: sus modelos son propietarios, con versiones pagas, y cerrados, y están orientados a alcanzar la superinteligencia artificial con el propósito de resolver grandes desafíos de la humanidad, como las enfermedades, el cambio climático y la pobreza, esperando recoger una ganancia exorbitante por lograrlo.
- China usará la IA para controlar aún más a su población y mantener el monopolio de poder político en el Partido Comunista. Pekín tampoco busca desarrollar la superinteligencia artificial, porque el Partido necesita conservar un “interruptor” para mantener el control sobre esta tecnología. Su prioridad no es el progreso tecnológico ilimitado, sino preservar su poder político. Por eso dentro de China la IA se aplicará principalmente para vigilar y regular a su población. Los líderes del Partido, muchos de ellos ingenieros, creen que el desarrollo tecnológico no solo permitió crear una economía moderna, sino que también puede modelar una sociedad más armoniosa y apolítica.
- China exportará la IA de las Cosas al mundo. Así como se convirtió en líder global en autos eléctricos, paneles solares y otros productos tecnológicos, China buscará consolidar su crecimiento exportando bienes con la IA incorporada. Su economía depende de las exportaciones, y esta nueva generación de productos inteligentes reforzará tanto su posición en los mercados internaciones como la dependencia del mundo respecto a su tecnología. La inteligencia artificial será una nueva fuente de poder en la rivalidad entre las dos superpotencias.
