Antecedentes:
Desde 1970, el costo de producir energía a partir del viento y el sol ha caído un 99%. Pero en los últimos meses hemos visto la transición más acelerada en la producción energética de la historia. Solo en mayo de este año, China incorporó 3 gigavatios diarios de capacidad solar (para comparar: un reactor nuclear promedio genera entre 20 y 24 gigavatios por día). En California, la cuarta economía más grande del mundo, casi toda la energía diaria ya proviene de fuentes renovables, gracias a que los hogares cuentan con baterías capaces de almacenar electricidad para usar de noche. Ese tipo de baterías no existía hace apenas tres años.
El gran líder de esta revolución es China, que se transformó no solo en el mayor consumidor de energía, sino también en el principal productor de energía renovable. En apenas cinco años, la participación de los vehículos eléctricos en las ventas de autos nuevos pasó de alrededor del 5% a más del 50%. Pero la transformación tecnológica va mucho más allá del transporte: Pekín está electrificando la calefacción e la industria pesada mientras despliega capacidad renovable —sobre todo solar— a una escala inédita. Solo en la primera mitad de 2025, instaló casi 270 gigavatios de nueva capacidad renovable: más del doble que el resto del mundo en el mismo período, seis veces lo alcanzado por Estados Unidos en todo 2024. India tampoco se queda atrás: ya obtiene la mitad de su consumo energético de fuentes renovables. Las implicancias de esta revolución son profundas para la política internacional. Durante décadas, los combustibles fósiles fueron utilizados como un arma de presión: desde los embargos petroleros de los países árabes en los años 70 hasta las sanciones actuales de Estados Unidos y Europa contra las exportaciones energéticas de Rusia. En cambio, las energías renovables son en su mayoría de producción doméstica; nadie puede sancionar el sol o el viento de otro país.
Mitos Comunes:
- Estados Unidos enfrentará un cuello de botella en energías renovables. A pesar de que Trump ha desarmado prácticamente todos los incentivos para ampliar la capacidad renovable, la creciente eficiencia de los paneles solares y turbinas eólicas hace que la ecuación económica siga siendo favorable. Estados Unidos dispone de espacio suficiente para instalar nueva capacidad y acompañar la creciente demanda eléctrica proveniente de vehículos eléctricos, datacenters para inteligencia artificial y otras industrias en proceso de electrificación.
Mis Predicciones:
- El pico del consumo de petróleo llegará en la próxima década. La rápida electrificación del transporte y la industria hará que la demanda mundial de energía alcance su máximo en poco tiempo. El petróleo no desaparecerá, porque su precio caerá y los países productores buscarán extraer todas las reservas posibles antes de que sea antieconómico. Sin embargo, ya no será una herramienta de presión internacional, como lo fue cuando Rusia invadió Ucrania y presionó a Europa con cortar el suministro de energía barata.
- Medio Oriente perderá relevancia. Los conflictos en la región siempre estuvieron alimentados por el petróleo. Autócratas ambiciosos de poder y territorio han financiado sus guerras vendiendo energía a los países desarrollados. Pero el petróleo y el gas se volverán un commodity fácilmente reemplazable por otras energías renovables cuando su precio no sea competitivo. Países como Arabia Saudita, Emiratos, Catar, e incluso Irán e Irak, deberán buscar nuevos modelos de desarrollo para sostener a sus gobiernos.
- Rusia se debilitará y China se fortalecerá. Rusia no reinvierte las ganancias de sus vastas reservas de petróleo y gas en energías renovables ni en nuevas industrias, sino que las desperdicia en guerras y gasto militar. En cambio, China no solo reducirá pronto su dependencia de fuentes no renovables, sino que se consolidará como el mayor exportador global las tecnologías renovables al resto del mundo, sobre todo a los países emergentes.
- Las energías renovables reducirán la dependencia entre países cambiando la ecuación en los conflictos armados. El mundo será más seguro en algunas regiones, por ejemplo, Medio Oriente, que perderá recursos para financiar guerras, pero más riesgoso en otras. El caso más relevante será China. Hoy, los barcos cargados de petróleo y gas para alimentar su economía son un límite implícito a la acción militar. Con la transición renovable, ese límite desaparece, facilitando que Pekín contemple la toma de Taiwán por la fuerza.