Geopolítica Simplificada

64. La Incoherencia Estrategica de Netayahu (publicada en Agosto 2025)

Antecedentes:

Netanyahu ha anunciado la ocupación total de Gaza para eliminar completamente a Hamas y poder rescatar a los rehenes que quedan vivos. Militarmente tiene sentido controlar cada manzana de Gaza para destruir los túneles y los últimos reductos de Hamas. No obstante, es una operación compleja que costará la vida de cientos de soldados más, exigirá convocar al menos a otros 100 mil reservistas y prolongará la crisis humanitaria en la población civil. Netanyahu pretende luego entregar la administración de Gaza a una fuerza compuesta por países árabes, una vez que Hamas haya perdido todo control sobre la población civil. Mientras tanto, algunos países europeos, Canadá y Australia, aliados históricos de Israel amenazan con reconocer un Estado palestino, siendo funcionales a los objetivos de Hamas y perdiendo toda credibilidad ante la sociedad israelí. Por otro lado, algunos países árabes comienzan a mostrarse proactivos en contribuir con una solución luego que Hamas ya ha sido militarmente derrotado. Por primera vez Egipto presentó una propuesta, respaldada posteriormente por varios países árabes, para contribuir al proceso de paz: desmantelar a Hamas a cambio de que la Autoridad Palestina participe en un nuevo gobierno en Gaza.

Mitos Comunes:

  • La ocupación total de Gaza garantizará la liberación de todos los rehenes. Hamas no tiene incentivos para liberar al último rehén. Sabe que ese cautivo es su única carta para obtener poder de negociación y garantizar su supervivencia política. Si las fuerzas israelíes estuvieran cerca de rescatar a alguno, es probable que los captores opten por matarlo antes que perder esa ventaja.
  • Es imprescindible destruir por completo a Hamas para permitir una transición política. Si bien una eventual fuerza árabe que actúe como policía en Gaza necesitará que Hamas esté lo más debilitado posible, un acuerdo político con países árabes y facciones internas no alineadas a Hamas podría garantizar la estabilidad y una fuerza policial que suprima la influencia de lo que queda de Hamas. Israel mantendría el control de las fronteras externas para impedir el ingreso de armas e infiltrados dispuestos a atentar contra el nuevo orden.

Mis Predicciones:

  • La ocupación total de Gaza provocará inevitablemente más muertes de rehenes, soldados israelíes y civiles palestinos. Resulta imposible evitar bajas adicionales, civiles y militares por igual, cuando se intenta tomar y asegurar cada manzana que queda por revisar. El desplazamiento forzoso de más de un millón de personas en un territorio tan reducido también generará víctimas, simplemente por la precariedad de las condiciones. Además, un avance paulatino y sistemático reduce las posibilidades de rescatar rehenes con vida, ya que Hamas ha demostrado que prefiere ejecutarlos antes que permitir su liberación.
  • Los países árabes no desplegarán fuerzas en Gaza hasta alcanzar un acuerdo político con alguna facción local. Aunque garantizar la seguridad será un requisito clave, la condición fundamental será establecer un marco que permita autoridades en Gaza con autonomía real. La mayoría de la sociedad israelí podría aceptar este escenario si se garantiza la seguridad a largo plazo y se elimina la doctrina educativa centrada en la destrucción de Israel. De lo contrario, Israel estaría condenado a una ocupación prolongada, costosa en vidas y en prestigio internacional, e insostenible en el tiempo. Experiencias como Vietnam o Afganistán demuestran que una ocupación sin apoyo local está destinada al fracaso. Para la coalición árabe, participar en este proceso serviría para mejorar su imagen internacional, consolidar su alianza con Estados Unidos y neutralizar la agenda extremista de grupos como Hamas, que también amenazan la estabilidad de sus propios regímenes.
  • El antisemitismo global aumentará mientras Israel continúe la guerra. Este fenómeno está arraigado en distintas corrientes ideológicas, tanto de izquierda como de derecha, en las sociedades occidentales. El conflicto es percibido como una expresión opresora del pueblo judío, sin importar el contexto. Y Cuando la existencia misma del Estado de Israel no parece más estar en juego, estas percepciones tienden a amplificarse. Lamentablemente, los líderes israelíes deben considerar que sus decisiones no solo afectan a su país, sino también a la seguridad y la percepción de la diáspora judía en el resto del mundo.

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