Geopolítica Simplificada

58. La Alianza Más Poderosa del Mundo

Antecedentes:

La semana pasada, la OTAN celebró su reunión anual, en la que la mayoría de los países miembros se comprometieron a destinar el 5% de su PBI a defensa. Finalmente, aprendieron a tratar a Trump con elogios (el secretario general de la alianza incluso lo llamó “Daddy”, en alusión a cómo logró imponer un alto al fuego entre Israel e Irán) y accedieron a su exigencia del 5%.

Como anticipamos hace un año en esta columna, Europa debía asumir una nueva realidad en materia de seguridad y defensa. Estados Unidos ya no podía seguir garantizando la protección del continente sin un mayor compromiso europeo. Esto implicará que Europa gaste más en defensa, en detrimento de su sistema de bienestar social. Semanas antes de la invasión rusa a Ucrania, para los líderes europeos era impensable que Putin priorizara la expansión territorial por sobre los extraordinarios beneficios económicos de proveer energía a toda Europa.

Fiel a su estilo, Trump selló este reconocimiento europeo amenazando con abandonar la alianza. Sin embargo, su insistencia es la continuación de un reclamo sostenido por varias administraciones estadounidenses —tanto demócratas como republicanas— para que Europa aumente su gasto militar. Desde hace décadas, los estrategas militares estadounidenses planean trasladar gran parte de sus fuerzas a Asia para contener a China.

Mitos Comunes:

  • Estados Unidos podría dejar la OTAN. A pesar de sus amenazas, tanto Trump como sus generales entienden el enorme efecto multiplicador de la alianza. Ningún país europeo podría resistir por sí solo una invasión rusa. Ni siquiera Ucrania podría hacerlo si Rusia movilizara la totalidad de su ejército y decretara una conscripción obligatoria. Una menor presencia de soldados estadounidenses en Europa no implica una OTAN más débil, sino todo lo contrario: refleja un mayor compromiso de los países europeos para prepararse ante un conflicto. Además, permite a Estados Unidos liberar recursos y mejorar la coordinación colectiva para sus planes de defensa. Cabe recordar que la OTAN siempre está comandada por un general estadounidense, quien tiene autoridad sobre todas las fuerzas aliadas —tanto americanas como europeas— bajo su mando.

Mis Predicciones:

  • La amenaza rusa continuará más allá de la guerra en Ucrania. El poder de Putin dependerá cada vez más de su ideología nacionalista, cuyo eje principal es recuperar las zonas de influencia de la antigua Unión Soviética. Este objetivo incluye gran parte de Europa del Este. Lo que no sabemos si, después de Ucrania, el siguiente paso será Moldavia, Estonia, Rumania o el corredor que conecta Rusia continental con Kaliningrado. Además, la economía rusa ya está moldeada para la guerra. En tiempos de paz, su complejo militar-industrial no puede detener la producción de armas sin correr el riesgo de caer en una profunda recesión. En Rusia, la ideología y la economía se alinean para mantener a Putin en un estado de guerra permanente. Actualmente, el país destina el 7% de su PBI a defensa, lo que representa el 30% del gasto total del Estado.
  • El mayor gasto en defensa es una oportunidad para revitalizar la economía europea. El compromiso europeo de destinar el 5% del PBI a defensa se divide en un 3,5% en gasto militar directo —como la producción de armas o el reclutamiento de soldados— y un 1,5% en áreas más “soft”, como ciberseguridad e infraestructura (por ejemplo, puentes que permitan el traslado de tanques a través del continente). Este compromiso representa una oportunidad para que las grandes potencias europeas —Francia, Alemania, Reino Unido— impulsen la innovación, modernicen sus infraestructuras y dinamicen sus economías. La inversión en programas sociales fue un dividendo alcanzado en momentos de paz, pero genera poca innovación y escaso crecimiento futuro.
  • Cada vez más países europeos volverán a implementar la conscripción obligatoria. Los países nórdicos ya la aplican desde hace años. Alemania y Reino Unido están debatiendo su posible reintroducción, y Dinamarca acaba de extenderla también a las mujeres.

Mientras la guerra en Ucrania continúe, Europa asumirá un rol cada vez más protagónico en la asistencia militar. Finalmente, los europeos comenzaron a enviar armamento —además de la ayuda financiera habitual— a Ucrania. Alemania, por ejemplo, ya está proveyendo misiles de precisión capaces de reemplazar a los estadounidenses, y no tendría inconvenientes en suministrar más aviones y tanques de fabricación europea a medida que expandan sus líneas de producción. Mientras, los americanos seguirán cumpliendo un rol clave: proveer inteligencia estratégica, sistemas de defensa antiaérea como los Patriots para proteger las ciudades, y municiones que Europa aún no produce en cantidad suficiente. En toda alianza, cada integrante debe cumplir su rol. Solo así los beneficios colectivos superan con creces los costos de defenderse en solitario.

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