Geopolítica Simplificada

13. La Declinación (Demográfica) China

Antecedentes:

En 2022, por primera vez en la era moderna, la población de China disminuyó en dos millones de personas. Habiendo alcanzado su pico demográfico en alrededor 1.400 millones, se proyecta que para el año 2100, la población china se reducirá a la mitad de su tamaño actual, situándose entre 500 y 700 millones de habitantes.

En la década de 1960, China experimentó una explosión demográfica que impulsó su industrialización y el crecimiento económico. Con un promedio de 30 millones de nacimientos anuales, el gobierno comenzó a percibir esta tendencia como una amenaza, lo que llevó a la implementación de políticas de control de natalidad, culminando en 1979 con la famosa política de “un solo hijo”. Los efectos negativos de esta política comenzaron a hacerse evidentes en las décadas siguientes: la población envejece rápidamente, con más personas retirándose que jóvenes entrando en la fuerza laboral.

El modelo de crecimiento económico chino, sostenido en gran medida por la migración interna desde las zonas rurales a las ciudades, empieza a mostrar signos de agotamiento. La mano de obra barata se vuelve escasa, y el gobierno enfrenta la creciente necesidad de proveer servicios a una población en envejecimiento. Este cambio demográfico en las próximas décadas pondrá en riesgo las ambiciones globales de China, obligando a sus líderes a enfrentar desafíos sin precedentes.

Mitos comunes y su refutación:

  • China puede resolver su problema demográfico promoviendo más nacimientos: Aunque China ha relajado las restricciones y está incentivando a las familias a tener más hijos, su sociedad se está pareciendo a la de los países desarrollados, donde las tasas de natalidad están por debajo del nivel de reemplazo (2.1 nacimientos por mujer). Además, la inmigración en China es prácticamente inexistente, lo que agrava aún más este problema.
  • La robotización y la inteligencia artificial pueden sustituir gran parte de la mano de obra: Aunque China es líder en innovación robótica y en la aplicación de inteligencia artificial en la industria, esto no es suficiente para mantener una economía dinámica ni para reemplazar a la población joven en una sociedad que envejece rápidamente. La tecnología puede reemplazar a un trabajador en tareas específicas, como un barista en un café o un ingeniero en una línea de montaje, pero no puede sustituir la demanda de consumo que genera una población joven.

Mis Predicciones:

  • La declinación demográfica afectará el crecimiento económico de China: Actualmente, las personas en edad productiva en China tienen tasas de ahorro muy altas y consumen poco, en gran parte debido a la incertidumbre sobre si el gobierno podrá ofrecer servicios esenciales y de calidad en su jubilación. Esto genera desequilibrios en la economía china, desincentivando a las familias a tener más hijos (ya que no es necesario invertir tanto en educación) y resultando en un consumo interno débil y estructural. Las tasas elevadas de crecimiento económico, entre el 6% y el 10% anual, se lograron cuando China aún era una economía emergente, impulsada por un modelo de exportación e inversión dirigido por el Estado. Hoy, siendo la segunda economía más grande del mundo, el mayor exportador de productos manufacturados y el mayor importador de energía, China ya no puede permitirse el lujo de depender de un consumo interno tan bajo (que actualmente es alrededor del 40%, comparado con el 70% en Estados Unidos). China crecerá a tasas cada vez menores convergiendo al resto de los países desarrollados. 
  • La declinación demográfica limitará las aspiraciones globales de China: Mientras China envejece, otras potencias mundiales continuarán creciendo antes de alcanzar su pico demográfico. Por ejemplo, Estados Unidos seguirá creciendo durante muchos años gracias a la inmigración; India y el sudeste asiático también mantendrán su crecimiento durante décadas, con una población joven entrando a la fuerza laboral. En cambio, países desarrollados como Alemania, Japón y Corea del Sur ya han pasado por su pico demográfico y están en declive, pero a diferencia de China, son sociedades que lograron altos niveles de desarrollo por habitante antes de llegar a este punto, permitiéndoles establecer sólidas redes de seguridad social para su población. Como dicen los demógrafos: “más vale llegar a ser rico antes de envejecer”.

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