Geopolítica Simplificada

12. El Regreso del Samurái (80 años después)

Antecedentes:

El 2 de septiembre de 1945, Japón se rindió incondicionalmente ante Estados Unidos, marcando el fin de décadas de colonialismo y expansionismo militar en Asia. Bajo la ocupación aliada, Japón adoptó una nueva constitución que le prohíbe hacer la guerra y mantener una fuerza militar.

Sin embargo, con el inicio de la Guerra Fría y el conflicto creciente en la península coreana, Estados Unidos necesitaba un aliado fuerte en la región. En 1954, se crearon las Fuerzas de Autodefensa de Japón, con el mandato estricto de proteger su territorio. A día de hoy, Japón cuenta con una fuerza militar moderna, aunque pequeña en comparación con su economía, invirtiendo menos del 1% de su PIB en defensa. Esta inversión ha sido suficiente, dado que en 1960 Japón y Estados Unidos firmaron un tratado de defensa mutua, en el que Estados Unidos se compromete a defender a Japón en caso de ser atacado (pero no viceversa).

Estados Unidos mantiene más de 50,000 soldados en Japón, principalmente en la isla de Okinawa, estratégicamente ubicada entre Japón, China y Taiwán. Sin embargo, en los últimos años, las administraciones estadounidenses han instado a Japón a aumentar el tamaño de sus fuerzas militares debido al crecimiento de China y las tensiones en la península coreana. Esto ha generado tensiones dentro de la sociedad japonesa, mayoritariamente pacifista luego la Segunda Guerra Mundial, y también ha afectado la estabilidad regional. Además, China y Japón siguen en disputa por el control del archipiélago de las Islas Senkaku, lo que añade otro nivel de complejidad a las relaciones entre ambos países.

Mitos comunes y su correspondiente refutación:

  • La militarización de Japón no tendrá un gran impacto en la seguridad regional: Aunque Japón ha mantenido sus fuerzas militares con un enfoque defensivo, la introducción de nuevos portaaviones pequeños, buques anfibios de alta autonomía, aviones de última generación y acuerdos de cooperación militar con países de la región, están incrementando la presión sobre tanto aliados como adversarios. Estas nuevas capacidades están permitiendo a Japón proyectar su poder militar más allá de sus fronteras, lo que sí tiene implicaciones significativas para la seguridad regional.
  • Un conflicto militar entre las dos Coreas no afectará a Japón: Aunque Japón no tiene un papel oficial en la defensa de Corea del Sur, es consciente de que una guerra en la península coreana podría implicar ataques de Corea del Norte contra bases estadounidenses en Japón o contra islas japonesas cercanas. Corea del Norte podría intentar regionalizar el conflicto, arrastrando a Japón a la contienda.
  • Una invasión de China a Taiwán no afectaría a Japón: Aunque China podría intentar limitar un conflicto a las aguas alrededor de Taiwán, el compromiso de Estados Unidos de defender la isla probablemente involucraría a Japón. Los primeros aviones estadounidenses despegarían desde bases en Japón, lo que haría que China, ya sea de manera preventiva o una vez iniciado el conflicto, considere atacar esas bases en territorio japonés.

Mis Predicciones:

  • Japón fortalecerá sus acuerdos de seguridad en la región para contrarrestar a China: Este año, Japón ha firmado nuevos pactos de defensa con Filipinas, incluyendo entrenamientos conjuntos de sus fuerzas armadas. Además, ha ampliado su cooperación militar con Australia y el Reino Unido, y ha fortalecido los lazos militares y políticos con Corea del Sur, algo impensable hace 30 años.
  • La sociedad japonesa está adoptando una postura más realista, alejándose del pacifismo: La prosperidad de Japón desde la Segunda Guerra Mundial ha dependido en gran medida de su integración económica global y del pacto de defensa con Estados Unidos. Sin embargo, ante el ascenso de China y el imperialismo revisionista de Rusia, Japón ya no puede permitirse el lujo de mantener una postura pacifista. La disuasión basada solo en el pacto con Estados Unidos ya no es suficiente. La sociedad civil japonesa y sus partidos políticos reconocen ahora la necesidad de poseer una fuerza militar moderna y poderosa para proteger su democracia y su economía, que depende en gran medida del comercio internacional.
  • La alianza con Estados Unidos se fortalecerá aún más: Recientemente, ambos países anunciaron la creación de un comando conjunto de sus fuerzas en Japón, en respuesta a la creciente cooperación militar y política entre Rusia y China. Estados Unidos necesita que Japón mantenga una fuerte capacidad militar. Japón se ha comprometido a aumentar su gasto militar en al menos 2% de su PIB, lo que lo convertirá en el tercer país del mundo con mayor inversión en defensa. En un mundo multipolar, las alianzas son esenciales para la disuasión y para evitar la dominación regional por parte de los adversarios.

Autor

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio