Geopolítica Simplificada

74. La Importancia (relativa) de Argentina para Estados Unidos

Antecedentes:

Si bien Milei logró reducir la inflación a niveles aceptables, lo hizo a costa de frenar el crecimiento mediante tasas de interés elevadas que buscan sostener la estabilidad del peso. El modelo económico argentino se apoya hoy en la credibilidad política del gobierno: la esperanza de resistir el tiempo suficiente hasta que las inversiones extranjeras en minería, infraestructura, petróleo y gas comiencen a impulsar el consumo interno. En los últimos días, solo la percepción del respaldo estadounidense —con la compra de pesos y señales de apoyo financiero— logró mantener la paridad cambiaria y alimentar las expectativas de una estabilidad duradera. Trump y Bessent comprenden a la perfección el funcionamiento del sistema financiero global; por ahora, sus promesas y eventuales intervenciones son el principal sostén del modelo argentino.

Muchos analistas —sobre todo locales— y el propio Bessent justifican este apoyo en el rol estratégico que Argentina cumple para Estados Unidos, tanto para contener la influencia de China en la región como para contrarrestar el avance de la nueva izquierda latinoamericana que Trump abiertamente desprecia y que hoy encarnan Lula en Brasil, Petro en Colombia y Boric en Chile. No obstante, el verdadero motor del vínculo entre Trump y Milei es ideológico y personal: ambos se ven como disruptores, figuras ajenas a la “casta política” tradicional, unidas más por afinidad y estilo que por cálculo geoestratégico.

Mitos Comunes:

  • Argentina es indispensable para frenar la influencia de China en Latinoamérica. Si bien China hace cada vez más negocios en la región, su interés primordial es comercial, no político. Pekín entiende el concepto de áreas de influencia y respeta, en gran medida, la vieja Doctrina Monroe, según la cual los destinos del continente americano son administrados por Estados Unidos. La prioridad estratégica de China sigue siendo expandir su influencia en el sudeste asiático y en África, no en el Cono Sur.
  • Argentina posee minerales indispensables para Estados Unidos.
    Aunque Argentina cuenta con importantes yacimientos de litio y otros minerales críticos, se necesita tiempo e inversiones millonarias. Estados Unidos puede optar por explotarlos en su propio territorio o importarlos desde regiones más seguras en África, Groenlandia, Canadá o Australia. Además, la innovación tecnológica tiende a reemplazar insumos escasos por alternativas más accesibles. Ningún mineral raro en particular es indispensable en el mundo.
  • Ayudar a Argentina complica a Trump con los agricultores republicanos.
    Es cierto que China no compró todavía soja estadounidense este año como forma de presión en la negociación comercial. Solo ha comprado de Argentina y Brasil. Los demócratas acusan a Trump de ayudar a la Argentina cuando esta hace negocios con China. Sin embargo, Trump está compensado las pérdidas de los agricultores con paquetes de ayuda directa, sin sufrir grandes costos políticos.
  • Bessent está ayudando a sus amigos financistas con apuestas financieras en Argentina. Este argumento, impulsado por Paul Krugman y analistas locales, repite viejas críticas a los regímenes cambiarios fijos en mercados emergentes donde billonarios se benefician de las tasas locales extraordinarias. Sin embargo, Bessent es un financista de larga trayectoria, con vínculos en múltiples sectores y países. Sus decisiones afectan —positiva y negativamente— una amplia gama de activos globales. En ese contexto, la exposición a Argentina que puedan tener sus amigos es marginal. Asimismo estos financistas puede armar y desarmar posiciones financieras en días.

Mis Predicciones:

  • Trump continuará apoyando al gobierno de Milei incluso si pierde las elecciones provinciales. El costo financiero y político interno de mantener ese respaldo es mínimo para Trump, incluso en el escenario de una derrota contundente de Milei. Antes que retirarse, Trump redoblará la apuesta, involucrándose aún más en la política argentina y acentuando la narrativa de “Milei o el caos”, del mismo modo que lo hace con Lula y Bolsonaro en Brasil.
  • Ningún otro presidente estadounidense, sea republicano o demócrata, volverá a asistir a la Argentina como lo hace Trump. Ningún otro mandatario norteamericano personalizará tanto la política exterior como él. Para Argentina, esta es una oportunidad única de recibir apoyo financiero directo desde Washington. En el futuro, poco importará si en Buenos Aires gobierna el peronismo o la derecha, ni si en la Casa Blanca hay republicanos o demócratas: la importancia estratégica de Argentina para Estados Unidos seguirá disminuyendo mientras su economía no crezca. El mejor camino para el país será diseñar un plan estratégico de crecimiento serio a largo plazo, que sepa aprovechar lo mejor que China y Estados Unidos puede ofrecer. Esta seriedad se traduce en previsibilidad institucional y económica, la condición esencial para ser parte relevante de la economía global.

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