Geopolítica Simplificada

Antecedentes:

Donald Trump mide constantemente su éxito político a través de tres indicadores: los votos en las elecciones, el desempeño de los mercados financieros (principalmente el S&P 500 y el Dow Jones) y su legado institucional. Las votaciones clave en Estados Unidos ocurren cada dos años, su legado quedará consolidado cuando termine su segundo mandato—con su nombre en portaaviones, montañas o avenidas—, pero los mercados financieros son el único termómetro de su gestión en tiempo real.

Tras su elección, los mercados reaccionaron positivamente alcanzando récords históricos. Sin embargo, la euforia inicial se desvaneció y los índices bursátiles cayeron por debajo de los niveles previos a su llegada a la Casa Blanca. Su política económica, basada en la imposición de aranceles a aliados y rivales por igual, ha generado incertidumbre en los mercados financieros y el mundo empresarial. La imprevisibilidad es enemiga de la inversión y la planificación: las empresas no saben cuánto costarán sus insumos en el futuro, mientras que los consumidores enfrentan la incertidumbre sobre el precio de bienes esenciales como alimentos, combustible y alquiler.

Trump y sus asesores sostienen que los aranceles tendrán múltiples efectos positivos: 1) Incentivarán el regreso de la manufactura a Estados Unidos; 2) Reducirán los déficits comerciales; 3) Y Finalmente servirán como herramienta de presión geopolítica para forzar cambios en las políticas de otros países.

Sin embargo, el propio Trump ha reconocido que, en el corto plazo, esta transición económica puede generar fricciones y caídas temporales en los mercados financieros.

Mitos Comunes:

  • Las tarifas promueven la reindustrialización local. No necesariamente. Las cadenas de producción globales son complejas, y los productos intermedios suelen cruzar varias fronteras antes de que el producto final llegue al consumidor. Construir nuevas plantas de producción requiere tiempo e inversión, y mientras tanto, el costo de las tarifas se traslada a productores y consumidores según la competencia en cada sector. Además, encontrar trabajadores para esas nuevas fábricas no es sencillo. Estados Unidos importa tantos productos porque es más barato producirlos en el extranjero, y el dólar sigue siendo la moneda de reserva global. Los exportadores internacionales están dispuestos a financiar el consumo estadounidense, ya que con los dólares obtenidos compran activos financieros estadounidenses, como bonos del Tesoro o bienes raíces en Florida.
  • Las tarifas promueven el crecimiento económico. Todo lo contrario. La teoría económica y la evidencia histórica muestran que las tarifas reducen el crecimiento, generan incertidumbre y provocan guerras comerciales en las que todos los países pierden. La guerra comercial desatada tras la crisis de los años 30 demostró que el mundo no solo se empobreció, sino que también se volvió más inestable y peligroso.
  • Las tarifas corrigen el déficit comercial. En realidad, suelen provocar represalias. Cuando un país impone tarifas a sus socios comerciales, estos responden con medidas similares, lo que puede afectar los mismos productos o sectores distintos. Además, los países encuentran formas de sortear las tarifas utilizando terceros mercados. Un buen ejemplo es Vietnam, que en el último año ha visto aumentar sus importaciones desde China casi en la misma proporción que sus exportaciones a Estados Unidos. Esto sugiere que muchas empresas chinas están triangulando sus productos a Estados Unidos a través de Vietnam para evadir los aranceles.

Mis predicciones:

  • Trump dejará de usar las tarifas como eje central de su política económica. La presión de los mercados lo llevará a desistir de sus guerras comerciales. Trump es un político con reflejos magistrales para interpretar a sus votantes. En Estados Unidos la mayoría de las personas sigue el desempeño de los mercados financieros, sus planes de retiro e inversiones dependen de ellos. La imprevisibilidad de las tarifas genera incertidumbre tanto en los CEO como en los consumidores. Y la imprevisibilidad genera menor inversión, y por lo tanto menor crecimiento. Al mismo tiempo, diferentes lobbies comienzan a expresar sus preocupaciones en privado al círculo cercano de Trump.
  • Trump se enfocará en la negociación comercial con China utilizando las tarifas. El desacoplamiento entre ambas economías continuará, y cada una seguirá desarrollando su propio ecosistema en sectores estratégicos como semiconductores, inteligencia artificial, robótica, biotecnología, drones, comunicaciones satelitales y conducción autónoma. Trump dirigirá sus tarifas hacia la promoción de políticas industriales en estas áreas, dado su vínculo con la seguridad nacional. Biden ya ha dado los primeros pasos en este sentido, prohibiendo la exportación a China de los chips más avanzados de Nvidia y ofreciendo incentivos económicos a TSMC, el mayor fabricante mundial, para construir nuevas plantas en Arizona. Trump, finalmente, limitará el uso de aranceles a sectores clave para la seguridad nacional, una estrategia que podrá vender fácilmente a sus votantes: traerá de vuelta a Estados Unidos industrias de alta tecnología y fortalecerá su liderazgo en la competencia con China.

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