Antecedentes:
Alemania tendrá un nuevo gobierno liderado por la centroderecha de Merz, quien deberá aliarse con la centroizquierda saliente para evitar que la ultraderecha, que por primera vez quedó en segundo lugar, acceda al poder. Alternativa para Alemania (AfD), este partido de extrema derecha, aboga por la expulsión de inmigrantes, el acercamiento con Putin y es señalado por promover una ideología neonazi. En resumen, Merz enfrenta tres grandes desafíos: la economía, la amenaza de Putin y el avance de la ultraderecha.
Por un lado, el crecimiento ha sido anémico desde 2019, ya que el país enfrenta serios desafíos estructurales: una población envejecida, un mercado laboral ajustado y una desaceleración del crecimiento de la productividad. Además, el gas barato de Rusia ha dejado de fluir, poniendo en riesgo el sector manufacturero exportador, centrado en la producción de automóviles, maquinaria, productos químicos y eléctricos, pilares del modelo económico alemán. A esto se suma la creciente competencia de China en estos sectores. También, a diferencia de la mayoría de los países, Alemania enfrenta un problema de baja deuda pública. Su Constitución impide que el país emita nueva deuda por encima del 0.35% del PBI. Sin embargo, necesita mayor margen fiscal para invertir en infraestructura, educación y seguridad. Una Alemania económicamente debilitada representa un problema para el resto de Europa, dejándola más expuesta a la influencia y agresión rusa.
Por otro lado, Alemania y sus socios europeos ya no pueden depender del paraguas de seguridad estadounidense. Putin seguirá representando una amenaza para la estabilidad de Europa.
Finalmente, la ultraderecha se ha consolidado como una fuerza política en Alemania, convirtiéndose en uno de los principales partidos de la oposición. Hoy recibe apoyo de sectores diversos, como Elon Musk, el vicepresidente estadounidense y los medios oficiales rusos.
Mitos Comunes:
- La ultraderecha no es peligrosa. En sus comienzos, el partido nazi era un movimiento marginal, reservado para extremistas sindicales y sin posibilidades electorales. Sin embargo, solo hizo falta un psicópata que tomara el liderazgo para transformarlo en una fuerza dominante, canalizando las frustraciones alemanas generadas por las duras restricciones impuestas por los vencedores de la Primera Guerra Mundial. Los grandes dictadores son expertos en apropiarse del descontento social, magnificar el odio como una herramienta política y convertirlo en una bandera nacionalista.
 
Mis predicciones:
- Alemania aumentará su gasto en defensa. Más allá de las divisiones internas, Merz se ha comprometido a aumentar el presupuesto militar, profundizar los compromisos con la OTAN y buscar una mayor autonomía europea en defensa. Esto implicará reducir la dependencia del apoyo militar estadounidense mientras refuerza los lazos con Francia y el Reino Unido. Para sortear las restricciones constitucionales que le impiden incrementar la deuda pública, recurrirá a fondos especiales destinados a defensa e infraestructura. Este aumento no solo fortalecerá la seguridad europea, sino que también impulsará la industria de defensa y tecnología, generando nuevos empleos. Alemania necesita más tanques, pero también más puentes por donde puedan pasar estos tanques.
 - Alemania, junto a Francia y el Reino Unido, liderará la construcción de una fuerza militar europea para contener a Rusia. Hasta ahora, la OTAN estaba conformada por las fuerzas militares de cada país, coordinadas por un comando central liderado por un general estadounidense. Sin el liderazgo de Estados Unidos, la OTAN requiere una reorganización para disuadir a Rusia de futuras agresiones. Una fuerza común no solo sería mucho más efectiva, sino que también eliminaría obstáculos políticos en la toma de decisiones y fomentaría un sentido de identidad europea más allá de las nacionalidades. Así como Europa tiene una moneda común, ha llegado el momento de que también tenga un ejército común.
 - El principal riesgo interno para Europa es la ultraderecha alemana. Desde la creación de la Alemania moderna, ha existido un consenso político para mantener fuera del poder al partido de ultraderecha. Sin embargo, los partidos de centro deberán atender algunas de las preocupaciones de sus votantes, especialmente en lo referente a la integración de los inmigrantes y el estancamiento económico. Europa necesita una Alemania fuerte, pero sin la ultraderecha en la coalición de gobierno.
 - La Unión Europea protegerá la economía alemana de la competencia china. El modelo económico alemán debe adaptarse y orientarse más hacia los servicios y la alta tecnología. Para facilitar esta transición y reducir su impacto negativo, la Unión Europea implementará medidas de protección para evitar que el sector manufacturero alemán se vea devastado por la competencia china. Del mismo modo en que Europa evitó el colapso de la industria alemana tras la interrupción del suministro de gas ruso luego de la invasión a Ucrania, adoptará estrategias proteccionistas contra China para preservar su economía en el futuro. Una economía alemana saludable es una condición fundamental para la seguridad europea.