Antecedentes:
Originalmente los BRICS fue un término creado para mostrar la creciente importancia de economías emergentes que tenían un alto crecimiento y eran cada vez más importantes en el escenario global. Los primeros países participantes fueron Brasil, Rusia, India, China y luego se sumó Sudáfrica. Con el tiempo fueron sumándose más países y la agenda económica del grupo comenzó a teñirse de contenido político.
En la reciente cumbre anual realizada en Rusia, los países miembros —especialmente Rusia y China— destacaron la visión de un mundo no liderado por Estados Unidos. En la cumbre se volvió a destacar la importancia de fortalecer la multipolaridad y construir una nueva arquitectura financiera menos dependiente del dólar estadounidense. Estos temas no son novedosos para los BRICS. De hecho, la cumbre del año pasado en Sudáfrica se centró en los mismos asuntos. Sin embargo, lo novedoso fue el liderazgo de Putin y Xi Jinping en la cumbre.
Mitos comunes y su refutación:
- Crear un sistema financiero que compita con el dólar. Aunque en todas las cumbres, se discute la creación de una alternativa al sistema monetario global dominado por el dólar, siempre faltan acciones concretas para convertir este sueño en realidad. Para empezar, China debería abrir sus mercados financieros con el mundo y dejar que el capital fluya libremente. Por otra parte, cualquier progreso real en la cooperación económica será imposible a menos que las dos economías más grandes del bloque, China e India, superen sus diferencias y cooperen en iniciativas compartidas.
- Los BRICS como foro de cooperación internacional efectiva. A pesar de sus intenciones, los BRICS no han logrado reformas significativas en las instituciones internacionales ni han establecido un multilateralismo sólido. Las diferencias políticas —con Brasil e India como democracias y Rusia y China como autocracias—, junto con el aumento del nacionalismo y proteccionismo, complican una cooperación mutua efectiva.
Mis Predicciones:
- Los BRICS como plataforma para Rusia y China: La cumbre resultó ser simbólicamente exitosa para ambos líderes. Putin utilizó la reunión para criticar las sanciones occidentales, destacando el potencial del bloque para desafiar la hegemonía económica y financiera de Occidente. Además, presentó la invasión a Ucrania como una respuesta necesaria frente a la supuesta agresión de la OTAN y Occidente para debilitar a Rusia. Xi Jinping, por su parte, se mostró receptivo y entusiasta, enfatizando la cooperación para la paz y promoviendo las inversiones chinas en mercados emergentes. Ambos líderes aprovecharon la oportunidad para fortalecer su imagen, tanto interna como externamente, mediante fotografías que refuerzan su liderazgo dentro del grupo.
- Futuro incierto para la nueva adhesión de países emergentes: Aunque en esta cumbre se sumaron oficialmente nuevos miembros (Egipto, Etiopía, Irán y Emiratos Árabes Unidos), muchos países invitados declinaron su participación. Arabia Saudita, Kazajistán y Argentina ya se retiraron del proceso de adhesión. Cuanto más se politice la cumbre bajo el liderazgo de Rusia y China, menos incentivos tendrán estos países para unirse, ya que temen dañar sus relaciones comerciales y estratégicas con Estados Unidos y Europa.
- India, un caso aparte: El primer ministro indio, Narendra Modi, logró mantener su enfoque tradicional de no alineación, aprovechando la oportunidad para abrazar a Putin y reiterar la postura pacifista de India en los conflictos internacionales, al tiempo que sigue fortaleciendo sus lazos comerciales con Occidente. La mayor democracia del mundo, con 1.400 millones de habitantes, tiene sus privilegios en un mundo cada vez más complejo.