Antecedentes:
El 18 de septiembre, la Reserva Federal de Estados Unidos (“La Fed”) redujo la tasa de interés interbancaria (“la tasa”) en 50 puntos básicos, pasando de 5.5% a 5%. Esta acción marca el fin de un ciclo de incrementos que comenzó hace dos años en respuesta al estímulo fiscal producto de la pandemia en el 2021, periodo en el cual la inflación en Estados Unidos escaló a más del 9% anual. En un esfuerzo sostenido por estabilizar la inflación, la Fed incrementó la tasa en once ocasiones. Actualmente, con la inflación rondando cerca del 2.5%, la Fed ha decidido empezar a reducir la tasa hacia un nivel más ‘neutral’, donde se espera que no genere ni presiones inflacionarias ni deflacionarias, manteniendo así la economía en un estado saludable. Mantener tasas altas por periodos prolongados puede llevar a la economía al borde de la recesión. Las decisiones de la Fed no solo tienen un impacto significativo sobre la economía estadounidense, sino que también influyen profundamente en la economía global. Las tasas elevadas pueden restringir los flujos de capital internacional y, si Estados Unidos entra en recesión, podría arrastrar también a otras economías.
Mitos comunes y su refutación:
- El Gobierno controla la Reserva Federal. Aunque el presidente de Estados Unidos nomina al presidente de la Reserva Federal y el Congreso lo ratifica, el presidente de la Fed y los otros miembros del Comité tienen mandatos fijos e inamovibles, diseñados para garantizar su capacidad de actuar con independencia de cualquier influencia política directa. El principal incentivo de los miembros del Comité es mantener su integridad profesional, asegurando que no sean vistos como agentes partidarios.
- La tasa de la Fed afecta automáticamente a las demás tasas de la economía. Si bien la tasa de interés fijada por la Fed es una referencia clave en los mercados financieros globales, no determina directamente todas las otras tasas en la economía. Factores como las expectativas futuras sobre el desempeño económico, el déficit fiscal y la cantidad de bonos del Tesoro estadounidense en manos de inversores extranjeros influyen en las tasas de más largo plazo. Por ejemplo, las tasas de los bonos a 30 años y las tasas hipotecarias podrían subir independientemente de las acciones de la Fed, especialmente si los mercados anticipan déficits crecientes en el futuro o si baja la tenencia extranjera de deuda estadounidense.
Mis Predicciones:
- Continuación de los recortes: La Reserva Federal probablemente seguirá reduciendo la tasa de interés en sus próximas reuniones. Si no surgen imprevistos, es posible que recorte 0.25 puntos porcentuales en cada reunión durante 6 o 7 veces, hasta alcanzar una tasa entre el 3% y el 3.5%. Los economistas concuerdan en que esta podría ser la “tasa neutral”. El desafío más significativo será realizar estos recortes de manera que permitan un “aterrizaje suave” de la economía, evitando así una recesión.
- Crecimiento sostenido: Es probable que no haya una recesión o, si ocurre, será casi imperceptible. La economía estadounidense seguirá creciendo y generando empleos, aunque a un ritmo más moderado. La reducción de tasas beneficiará especialmente a sectores que requieren mucha inversión de capital, como la construcción, las empresas de tecnología y la infraestructura.
- Mayor flujo de capital hacia mercados emergentes: Históricamente, las bajas en las tasas de interés han impulsado el flujo de capitales hacia los mercados emergentes, debido a que los activos en Estados Unidos ofrecen menores rendimientos. Esto dinamiza las economías emergentes, fomenta el comercio internacional y aumenta el flujo de capitales globalmente. En general, la economía mundial se beneficia de estos movimientos.
- Beneficios incluso para los rivales de Estados Unidos: Países como Rusia y China también se benefician de las tasas más bajas. En China, por ejemplo, el sector inmobiliario y los gobiernos locales, altamente endeudados, encontrarían alivio al refinanciar sus deudas a menores costos. En Rusia, aunque el comercio directo con Estados Unidos es limitado, los commodities que exporta, cotizados en dólares, podrían experimentar un aumento de precio como consecuencia de la depreciación del dólar, que surgiría de una baja de las tasas de interés.
En conclusión, la salud de la economía estadounidense es fundamental para preservar su posición de liderazgo global, ejerciendo una influencia decisiva en las economías de todo el mundo. En este contexto, la Fed desempeña un papel crucial, dictando el curso económico no solo a nivel nacional, sino también internacional.