Antecedentes:
Luego de la segunda guerra mundial Europa quedó devastada, comienza la guerra fría, y Estados Unidos crea la OTAN – una alianza militar entre Europa occidental y Estados Unidos – para contener la expansión de la Unión Soviética. En forma paralela Estados Unidos crea el plan Marshall para reconstruir la economía de sus aliados europeos y promover la integración comercial e industrial del continente.
Asimismo, la unión económica y militar en Europa tuvo como propósito terminar finalmente con las guerras entre los países europeos que dominaron los conflictos militares modernos desde la revolución francesa.
Europa gozó de 70 años de progreso económico y social sin preocuparse mucho por su seguridad, ya que bajo el artículo 5 de la OTAN cualquier miembro que sea atacado representaría un ataque a todos los países de la alianza. Por ejemplo, si la Unión Soviética invadiera Polonia o Alemania, Estados Unidos estaría obligado a defenderlos. A cambio de participar en la OTAN, Europa se comprometió a invertir al menos 2% de su PIB en defensa, permitir que Estados Unidos posea bases militares en el continente y dejar que Estados Unidos lidere los temas de seguridad globales.
Sin embargo, en la última década, el status quo de la seguridad europea ha cambiado en un mundo más multipolar, donde Rusia sigue siendo todavía una potencia militar con poderío nuclear, y China proyecta su poder económico y militar para ser una potencia global. A partir de la presidencia de Trump, Estados Unidos comienza a exigir a sus socios europeos que cumplan con el compromiso financiero (en 2023 sólo Polonia, Grecia e Inglaterra cumplieron con la meta del 2%) y modernicen sus fuerzas militares.
Los mitos:
- Estados Unidos abandona la OTAN por la falta de compromiso e inversión militar de los miembros europeos, enfocándose en Asia donde China expande su influencia. Europa migra hacia una alianza militar sin el liderazgo americano donde las economías más importantes, como Francia y Alemania, toman la conducción de la alianza.
- La amenaza rusa sobre Europa está sobredimensionada. Putin solo atacó a Ucrania por su temor a que se integre a la OTAN. Europa apuesta a la interdependencia económica con Rusia para contener sus ambiciones expansionistas. También los nuevos gobiernos de derecha en Europa simpatizan más con Rusia y descreen de los beneficios de la OTAN.
- China está muy lejos geográficamente y no puede proyectar su poderío militar de forma global. Europa sólo tendrá disputas económicas con China y debería enfocarse en recuperar su relación colaborativa con Rusia y frenar las crecientes olas de refugiados e inmigración ilegal desde África y Asia.
Mis Predicciones:
- Estados Unidos no abandona la OTAN. Requiere un aliado fuerte en Europa para poder proyectar más su fuerza militar en Asia y contener a China. De esta manera Europa no necesita preocuparse por defender militarmente sus intereses en Asia, delegando esa función a Estados Unidos.
- Estados Unidos también necesita la integración militar de Europa para que sus miembros no compitan entre ellos y ningún país se perfile como el líder militar generando sospechas en los demás miembros, y eventualmente debilitando la alianza.
- Europa va a invertir más en su fuerza militar y seguridad sobrepasando en promedio el 2% de su PIB en la próxima década. Tendrá que volcar recursos – que antes se destinaban a sostener un estado de bienestar amplio – a invertir en ejércitos más modernos y grandes. Por un lado, la amenaza de una Rusia más expansionista es real, sin importar que los gobiernos europeos giren más a la derecha. Por otra parte, la interdependencia económica y las eventuales sanciones no frenaron las ambiciones expansionistas de Rusia, tal como ocurrió en Ucrania. El diálogo y el comercio son sólo una parte en el cálculo para impedir escalar los conflictos. Una fuerza militar europea más integrada y moderna es clave para disuadir a Rusia.